Elpidio Herrera es el personaje más de este pueblo de cuatro mil habitantes, 116 kilómetros al sur de la capital de Santiago del Estero, que no se parece a ningún otro. Como en todo pueblo chico, los infiernos son grandes, y no sólo por posibles encontronazos de vecinos: ésta es una de las únicas dos localidades gobierno debió ser intervenido, junto con el provincial, tras la caída de Juárez. Pero esta tarde, los atamisqueños han decidido cruzar cualquier posible infierno o purgatorio para reunirse en un patio: el del vecino ilustre Elpidio Herrera, creador de la sachaguitarra, ese a quien León Gieco definió como “el Keith Richards de Atamisqui”.

La excusa del encuentro es el cumpleaños de las Shaguitarras Atamisqueñas. “Felicidades, Elpidio Herrera creador y poeta atamisqueño, en sus 35 años”, dice el pasacalle que cruza el de tierra. ¿Y por qué se festeja hoy el aniversario? “¡Pues porque se nos antoja! ¿Qué te has creído, pué!”, dice Elpidio Herrera, y lanza una carcajada. No tiene tiempo para detalles: está ocupado coordinando que todo esté a punto: el horno de barro donde se harán las empanadas, las ollas gigantes donde ya empieza a gestarse el locro, los elásticos de cama que se transformarán en , los pedidos de Felipe, el que lo tiene embobado... Y también la pantalla gigante donde esta noche se proyectará Sachaguitarra, el sonido del monte, el documental que lo tiene como protagonista.