13.11.11

Eduardo Mercado


Clodomira, Santiago del Estero, invierno de 1953. A los 13 años Eduardo Mercado empezó a jugar con una armónica que encontró en su casa. Copiaba chacareras y zambas que tocaba su padre en el bandoneón y en el bolsillo de su pantalón siempre sobresalían el peine y el instrumento plateado.
Por esos años el capo de la armónica en el país era Hugo Díaz: santiagueño nacido en Icaño que tocaba folclore, tangos, jazz y todo lo que se le pusiera frente a su instrumento de viento que era como una extensión de su propio cuerpo.
Una noche helada del mes de julio de 1954 se presentó en Clodomira el gran Hugo Díaz. El Club Social estallaba para escuchar y ver de cerca a quien ya era considerado un mito viviente de la armónica.
El niño Mercado no tenía permiso de su padre para ir, era un espectáculo para señores de pantalones largos. Con la mentira piadosa de que ese día iría al cine se guardó unos pesos y a la noche se apareció en el Club para no perderse al más grande de todos.
Cuando terminó el show todo el mundo se acercaba a darle la mano al maestro y felicitarlo. En un momento Hugo Díaz sintió que un niño le tocaba el brazo para saludarlo. La armónica de la chacarera, Desde Clodomira, 50 años tocando y componiendo chacareras.

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